Retos y futuro de la gestión portuaria deportiva autonómica (Mesa Redonda)
Zarpar es la plataforma que conecta a armadores y tripulantes para vivir experiencias náuticas únicas. La misión de ZARPAR es multiplicar x10 el uso de los barcos en España y fomentar la náutica social. De 15 salidas al año por barco solo en veranos, a 150 salidas todo el año.
Retos y futuro de la gestión portuaria deportiva autonómica (Mesa Redonda)
José Antonio Álvarez Vidal, Presidente de Portos de Galicia
Ignacio Álvarez Osorio, Director General de Puertos de Andalucía
Antonio Mercant Morato, Director General de Puertos de Baleares
Enric Martínez Sastre, Director Sur de Puertos de Cataluña
Una de las mesas más esperadas del simposio reunió a los máximos responsables de puertos deportivos de cuatro comunidades autónomas clave.
Y el mensaje fue claro: las administraciones autonómicas están hartas de que el Estado las trate como “menores de edad” que necesitan tutela. Palabras textuales de Ignacio Álvarez Osorio, que no se cortó un pelo.
El problema de fondo: la Ley de Costas
El elefante en la habitación es la Ley de Costas. Mientras que los puertos de interés general del Estado pueden hacer prácticamente lo que quieran (incluidos hoteles con autorización del Consejo de Ministros), los puertos autonómicos tienen las manos atadas.
Como explicó Álvarez Osorio con una ironía evidente: “Es curioso cómo un hotel parece que perjudica al dominio público marítimo terrestre si lo hacemos en un puerto autonómico, pero si el puerto cambia de titularidad y es estatal, pues no perjudica el dominio público”.
Las comunidades autónomas tienen competencias exclusivas en puertos que no son de interés general, pero no pueden ejercerlas con la misma libertad que Puertos del Estado. Algo que no tiene ningún sentido y que todas coinciden en que hay que cambiar.
Andalucía: del intervencionismo al modelo Landlord
Ignacio Álvarez Osorio presentó el giro radical que están dando en Andalucía. Después de años de gestión muy intervencionista, van a apostar por:
- Inversiones privadas: Las inversiones significativas en puertos deportivos serán privadas
- Sacar puertos públicos al mercado: Con supervisión pública fuerte, pero gestión privada
- Modelo Landlord: La administración pone la infraestructura básica, el resto lo hace el privado
Pero con una condición fundamental: no expulsar a la náutica social del mercado. Están muy preocupados por que los fondos de inversión y los megayates desplacen a la náutica familiar, la deportiva de verdad, la social.
Por eso los concursos van a valorar especialmente:
- Calidad de servicio
- Cobertura equilibrada de todos los segmentos del mercado
- Impacto social en el territorio
- Y limitar el peso de las ofertas económicas (que no todo sea quien más pague)
Baleares: contra la gentrificación náutica
Antonio Mercant fue directo al grano con un problema que está en boca de todos: la gentrificación de la náutica. Ese proceso por el que el ciudadano local con su barco para ir a pescar calamares está siendo expulsado por modelos puramente comerciales.
Aunque al analizar los datos vieron que no es tan grave como parece (en marinas un 17% se dedica a actividades comerciales, en clubes náuticos entre 6-8%), sí reconocen que hay una tendencia preocupante.
El problema vino con ventas de amarres por parte de la Autoridad Portuaria de Baleares a precios brutales, enfocados a grandes esloras, que han expulsado literalmente a quien no puede pagar esos cánones.
La respuesta de Baleares: en sus cinco pantalanes nuevos han exigido que el 20% de amarres se destinen a alquiler, y han valorado técnica por encima de económica. De hecho, uno de los ganadores fue un club náutico.
Y una reflexión importante: los pliegos se tienen que consensuar ANTES con el sector, no aprobarlos y luego esperar recursos. Cuando el pliego está aprobado ya es tarde para cambiar nada.
Cataluña: la gobernanza como eje
Enric Martínez puso el foco en algo que suena muy institucional pero que es fundamental: la gobernanza. Es decir, cómo se toman las decisiones y quién participa.
Han pasado de un Consejo Asesor donde cada sector iba a pedir “qué hay de lo mío” una vez al año, a un modelo donde:
- Se trabaja en comisiones específicas
- En puertos complejos (con náutica, pesca, industria, etc.) se crean consejos portuarios específicos
- Todo el mundo participa de la estrategia global, no solo de su parcela
Objetivo: que todos vean que “si hay de lo tuyo, puede que no haya de lo otro”, y se tome conciencia del puerto como un ecosistema compartido.
Galicia: el desafío de la Red Natura
José Antonio Álvarez Vidal lo tuvo claro: “La suerte de intervenir es hacerlo de la mano de las tres comunidades más punteras, nosotros no ocultamos en qué liga jugamos”.
Galicia tiene una singularidad brutal: todo su litoral, incluidos los puertos, es Red Natura 2000. Eso que suena muy ecologista se convierte en una pesadilla burocrática para cualquier ampliación o mejora.
Sumado a eso, tienen doble imposición del canon (autonómico y estatal) y 64 cofradías de pescadores conviviendo con la náutica (para que se vea la complejidad).
Pero lo interesante es que hay buena relación entre la pesca y la náutica. Y eso, en Galicia, no es poca cosa.
Sus apuestas de futuro:
- Colaboración público-privada real (y lo subrayan, “de verdad”)
- Simplificación administrativa: se integran en la agencia de modernización tecnológica con 4 millones de fondos FEMPA
- Ampliar plazos concesionales a 50 años (ya aprobado en ley gallega)
- Relevo generacional: les preocupa mucho la falta de talento joven en el sector
¿Qué es la náutica social? El debate del millón
Una pregunta del público le dio a Álvarez Vidal la oportunidad de aclarar algo fundamental: “Yo me refiero a los clubes náuticos que hacen náutica, náutica social. Hay algún club náutico en Galicia que no tiene ni pantalán, no tiene escuela de vela, no hace formación. ¿Eso es un club náutico?”
Mensaje claro: los privilegios que tienen los clubes náuticos (concesiones sin concurrencia, bonificaciones, etc.) tienen que estar justificados por su función social real. No vale llamarse club náutico y ser solo un club social para tomar gin-tonics.
Antonio Mercant acuñó un término que gustó mucho: náutica popular. Ese vecino con su barco modesto que va a pescar con la familia. Ese que no puede competir con los precios de los megayates pero que tiene todo el derecho del mundo a acceder al mar.
La pregunta incómoda: ¿hoteles en puertos autonómicos?
Álvarez Osorio fue claro: él es favorable, pero solo como complemento especializado de un proyecto náutico más amplio. No para convertir los puertos en zonas hoteleras generalistas, sino para alojamiento vinculado a cursos, regatas, patrones, etc.
El problema: Costas lo prohíbe. Y ahí volvemos al principio: las mismas competencias que tienen los puertos estatales, pero sin la misma capacidad de decisión.
Un consenso histórico
Algo que destacó Álvarez Vidal y que merece subrayarse: las diez comunidades autónomas con litoral, de distintos signos políticos, están de acuerdo en pedir un cambio radical en la legislación de costas respecto a los puertos autonómicos.
“Pocas veces se puede ver mayor unanimidad”, reconoció.
Conclusión: modernizar o morir
Todos coincidieron en lo mismo:
- Modernización urgente: Los puertos son del siglo pasado en gestión, instalaciones, servicios y sensibilidad ambiental
- Optimizar antes que ampliar: Es difícil conseguir más agua abrigada, hay que exprimir mejor la que tenemos
- Tecnología y digitalización: Esencial para dar buen servicio y optimizar recursos
- Equilibrio de segmentos: Sí a los megayates y su impacto económico, pero sin expulsar a la náutica familiar y social
- Cambiar la Ley de Costas: Mismo rango competencial para puertos autonómicos que para estatales
Una mesa redonda que demostró que, más allá de las diferencias territoriales, hay un diagnóstico compartido y una voluntad clara de modernizar el sector. Ahora falta que el Estado escuche.
